ISSN 2692-3912

Luis Enrique Morales escribe sobre Minucias. Maneras de decir cómo se vive la frontera

 

Amigo lector, desfronterízate…Minucias. Maneras de decir cómo se vive la frontera.

Pocos libros se han escrito sobre la frontera entre México y Guatemala. Carlos Gutiérrez Alfonzo publicó en el 2021, Minucias. Maneras de decir cómo se vive la frontera. Todo lector acostumbrado a textos de calidad debería leerlo. El libro está dividido en dos secciones. En la primera titulada, Minucias, el autor recolectó un sinfín de crónicas que nos hace pensar que Frontera Comalapa y las zonas fronterizas de Huehuetenango, Guatemala podrían ser una ciudad del mundo alternativo de Onetti. En la segunda titulada, Vértice de discursos, encontramos una recolección de datos y documentación histórica para saber qué es estar en la frontera. Es una obra profunda. Escrita con una pluma refinada.  El texto revela que la zona fronteriza no es sólo la conflictividad con la que se ha conocido, sino algo más complejo.

Nunca había estado tan cerca de la frontera como lo he estado con la lectura de este libro. La primera sección, toma detalle de cada acontecimiento que el autor reúne. La belleza de la prosa nos hace poder estar presentes en cada uno de acontecimientos narrados, no solo por él, sino que por otros narradores que están presentes. Son varias voces contando historias de una misma región. En los retratos no encontramos opiniones o impresiones personales del autor; al menos, el logro estético de la prosa nos lo hace creer.  El autor parece ejercitar la despersonalización y describir lo que pasa, las personas, los eventos, los paisajes, lo escuchado. Existen momentos en los que se olvida que hay alguien contando. Uno mismo parece estar sumergido en Frontera Comalapa y en las regiones de Huehuetenango. Experimentar la intimidad entre la zona fronteriza de dos países hermanos, se podría resumir en la anécdota del niño. Él, respondió a un militar guatemalteco que Miguel de Madrid era el presidente de Guatemala en la época del dictador Efraín Ríos Montt. La posibilidad de escuchar radios de dos países diferentes o encontrar productos mexicanos en La Mesilla, San Antonio Huista y productos guatemaltecos en México, muestra que estando allá se está «tan cerca y tan lejos». El estudio es una aproximación a la experiencia regional. El texto nos hace sentir ese espacio sin límites definidos. A un lector que se le privara de los mapas anexados a la mitad del libro, podría entonces, no saber la diferencia geográfica.  A propósito de la cercanía: aún retumba en mi cabeza el comercial de Más FM desde Comitán: «amigo guatemalteco, desfronterízate. Te esperamos en el balneario…».

La primera parte cuenta con una descripción sobre los ilustres de Frontera Comalapa; la llegada de Héctor Eduardo Paniagua y libros recomendados donde se habla del municipio. Gutiérrez Alfonzo no deja cartas al aire. Lo complejo de la zona también se revela en la narración de Agua Dulce y Las Marías. Existe una diferencia entre las zonas, por ejemplo, en uno de esos lugares, hay vigilancia de empresas europeas que compran café; el propósito es erradicar el trabajo infantil. Otra parte interesante es sobre la Finca el Carmen, en la que se cuenta la historia del abuelo y el padre cabalgando dos días hasta llegar a Huehuetenango para que un ingeniero capitalino les enseñé a hacer café. El recorrido de los Cuchumatanes se vive a flor de piel. El conglomerado de estrellas, la luna deslizándose por los filosos acantilados, el aullido de un coyote que busca su manada.  La narración es de Iván Peréz enviada a Gutiérrez Alfonzo por correo electrónico, está bien lograda en términos estéticos, nos muestra el paso de tres generaciones desde el origen del negocio cafetalero hasta la actualidad. La relación comercial de la finca con las transnacionales, por las cuales está certificada. El dilema que surge alrededor de la finca como generadora de empleos en aquellos que se buscan la vida como pueden. La migración guatemalteca causada por el desplazamiento del conflicto armado se va revelando con la información histórica que nos presenta Gutiérrez Alfonzo y las narraciones de los personajes anónimos, por ejemplo, el artista que cuenta que Balún Canán fundó Jacaltenango, porque huyó de Tikal donde iba a ser sacrificado. El artista en su relato llega al desplazamiento durante el conflicto armado guatemalteco y enfatiza la íntima relación entre la parte mexicana con la guatemalteca.

La primera parte del libro está dividida con asteriscos y los datos se presentan en el orden que el investigador los va encontrando y en algunas páginas hay referencias a fechas que nos hacen creer que es un diario de investigación (al menos, así se entiende). La segunda parte, más técnica, está dividida con secciones numeradas. Ésta comienza con la visita de unos estudiantes para que conozcan Frontera Comalapa y sepan cómo se vive por la frontera, en la misma sección se presenta una breve reseña histórica. Relacionada a Frontera Comalapa y sus influencias migratorias. Continúa con un CETIS, una tabla con la respuesta de los estudiantes de bachillerato a la pregunta ¿qué significa estar en la frontera? La diversidad de las repuestas es un prisma que irradia diferentes formas y maneras de ver la frontera.   En la tercera sección tenemos la recopilación de textos del profesor Fidel Serrano Alemán. Las impresiones de Alemán son interesantes, por ejemplo, «los niños valientes». Todas las impresiones son también la muestra de personas comprometidas por congelar y dejar escrito lo que significa la región y también de demostrar que el ser humano quiere y desea formar parte de un lugar digno. La cuarta y quinta sección, fascinantes a mi parecer, refiere a las vivencias de Lenin Abarca García y su libro Comalapa, Nostalgia y poesía. Gutiérrez Alfonzo muestra cómo García reconoce las comidas del lugar, el lenguaje especifico de la región. La siguiente describe a Job García Solís y su libro Historia de Comalapa y Algo más. Job García, dueño de una refaccionaria, relata lo escuchado por su padre. Solís, un hombre comprometido con su sociedad, cree que conocer la historia del terruño es importante. Las páginas revelan datos importantes de Frontera Comalapa, por ejemplo, cómo la gente de entonces vivía de la práctica de algunos oficios, como es el caso del padre de Solís, quien era carnicero. La sexta parte, compuesta con la descripción del libro atribuido a Erasmo Escobedo Robledo, y firmado por uno de sus hijos. Los padres del autor se trasladarían a Comalapa en 1921. La séptima parte consiste en una cita larga con información muy rica y sugestiva sobre la historia del municipio y lo que significa. La octava, novena y décima sección de Gutiérrez describe información histórica sobre Frontera Comalapa que coinciden con las narraciones y desmiente lo necesario, dejando sólo la evidencia sin hacer persuasión alguna al lector. Al final del estudio, Gutiérrez Alfonzo termina con una reflexión y claramente con la lista biográfica.

Sin lugar a duda es un trabajo que está hecho a base de estampas narrativas. Una obra amena. Principalmente por sus logros estéticos y la fluidez de la prosa. No es un texto denso.  Lo narrado por los habitantes de la región lleva un humor implícito que nos conecta con ellos. Sentimos empatía y queremos saber más. Definitivamente un libro que nos permite vivir la frontera. Crónicas que enganchan al lector. Información que nutre en todo el transcurso de la lectura. Mapas para el que no se ubica. La obra de Carlos Gutiérrez Alfonzo revela la complejidad de la zona y el libro es una puerta para que cada uno de sus lectores se aproxime a la experiencia de Frontera Comalapa.

 

 

 

Luis Enrique Morales es un aforista, escritor y columnista nacido en Quetzaltenango, Guatemala, en 1989. Reside en Suecia desde el 2012. Estudió filosofía y pedagogía en la Universidad de Estocolmo, licenciándose en 2018. Ha hecho su debut con su libro: Aforismos y otras mentiras (2020) publicado por Simon Editor en Jönköping, Suecia. Seguido de Aforismos de noviembre (2021) por Editorial Rötter de Estocolmo. Actualmente es columnista en la revista gAZeta de Guatemala y está preparando algunas traducciones de la aforística clásica sueca.