I
En cierto lugar de Europa los cielos están abiertos. Por ellos he visto cruzar la vaga precisión del mundo en fugaces siluetas. Son altas, como sus árboles que combaten en leyendas de boca en boca. Son grises, como el otoño junto a sus ríos de niebla y sueño. Son raudos, como el destino, que cuando nos damos cuenta ya está sobre nosotros. Qué motivos, me pregunto, abrigan el paso de tales perfiles por estos cielos abiertos de Europa. Raudos, como el destino, que cuando nos damos cuenta ya está sobre nosotros.
XXVII
Cuál de todas las lunas es la de Innsbruck. La del aro gigante engarzada en tu aguda pupila. La de media semana cremosa en un tazón. La de olvido puro agendada sobre una taberna. La que viene y vuelve al cabo de una pregunta. Cuál de todas las lunas es la que miro. La que sabe del miedo que subsiste en lo perdido. La que no reconoce la respuesta del héroe. La que llama a mi puerta cuando yo ya no estoy. La que insiste en contarme cada filo de Innsbruck con el aro gigante de tu aguda pupila.
De París, el viento y la adarga
V
Lo he dicho varias veces este día. Se vuelca de sonidos la distancia. El paso de ese transporte que llega por mí a las 8:40 en esa calle de Poitiers que a nada suena. Hay piedras que redimen la cubierta de mis plantas cuando apuro, y hay hombres y mujeres que miran al cielo mientras escuchan el punto de su respiro. Lo he dicho varias veces. Me culpo y me disculpo que todo suene adentro: la calle que a nada suena, las piedras redentoras, los hombres y las mujeres y su punto de respiro. Yo cruzo por los jardines, por el patio del monasterio, por las sillas del café que aún no abre, por la plaza que en cada pisada se hace más ancha. Lo he dicho varias veces este día. Me cabe una supernova en cada tímpano. En esta calle de Poitiers que a nada suena.
X
Le pregunté a qué hora parte el último barco de este muelle. Como Celan oí decir que hay en el agua una piedra y un círculo y sobre el agua una palabra que tiende el círculo en torno a la piedra. Por más que uno se atreva en este río, las aguas siempre salen a tu paso. Son un cruce de piedra, un vuelco de algo, un círculo de todo. El río siempre ha sabido de Celan. El río es un capítulo de ascensos y caídas, de caídas y ascensos, de ascensos en caída, de caída en ascenso. Es la octava estación que marca este recorrido. Puede bajar, si gusta, me advierte el timonel. Y yo miro esos puentes mientras recuerdo: Por más que uno se atreva en este río, las aguas siempre salen a tu paso.
Tomado de:
Ruiz Pascacio, Gustavo. Cuaderno de Innsbruck, Coneculta-Chiapas, México, 2020, 94 pp.
Gustavo Ruiz Pascacio nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1963. Maestro en Ciencias Sociales y Humanísticas por el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (CESMECA-UNICACH) y Licenciado en Letras Latinoamericanas por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
Becario del Centro Chiapaneco de Escritores 1993-1994, en poesía, y del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FOESCA) en 1996 y 1998, en ensayo. Premio Estatal de Poesía Rodulfo Figueroa 2001, convocado por el Gobierno del Estado de Chiapas, con el libro: El amplio broquel de la melancolía, y Premio Nacional Bellas Artes de Literatura (Premio Nacional de Ensayo para Crítica de Artes Plásticas Luis Cardoza y Aragón 2003), convocado por CONACULTA-Instituto Nacional de Bellas Artes, el Consejo de Cultura de Nuevo León y la Universidad Autónoma de Nuevo León, con el ensayo: La plástica en Chiapas: el tránsito del color y la explosión de la forma.
Es autor de los libros de poesía: Cualquier día del siglo, 1994; El equilibrista y otros actos de fe, 2000; El amplio broquel de la melancolía, 2001; Escenarios y destinos, 2008, y No viene la primavera en las líneas de mi mano, 2013, y Cuaderno de Innsbruck, 2020; así como de los libros de ensayo: Los fantasmas de la carne (las vanguardias poéticas del siglo XX en Chiapas), 2000; Los designios de la Diosa (la poética de Efraín Bartolomé), 2000; La plástica en Chiapas: el tránsito del color y la explosión de la forma, 2011, y Los andenes de la voz: ensayos de poesía mexicana contemporánea, 2015.