Inesperadamente, Medea llega a la habitación de Creúsa. Lleva consigo una maleta, un abrigo… el perfume de una despedida.
CREÚSA
Medea…
MEDEA
…Creúsa.
CREÚSA
¿Qué haces aquí?
MEDEA
Vengo a visitarte.
CREÚSA
Es… mi casa.
MEDEA
Sí. Ya sé.
CREÚSA
Ya te vas…
MEDEA
Sí. Vine a decirte adiós.
CREÚSA
… es raro que tú estés aquí. Y que estemos solas… tú y yo.
MEDEA
Raro, pero no imposible.
CREÚSA
No me gusta.
MEDEA
¿Porque crees que somos enemigas?
CREÚSA
No… somos nada.
MEDEA
Somos mujeres. Ligadas.
CREÚSA
Ligadas no.
MEDEA
Mi ex marido, mañana tu marido: nos ata.
CREÚSA
A mí no. Quiero decir: no a ti.
MEDEA
Eso crees. O quieres creer. Pero en esos hilos sutiles y silenciosos que unen a los seres vivos: tú y yo estamos en el mismo nudo.
CREÚSA
No me gusta.
MEDEA
A mí tampoco.
CREÚSA
… ¿entonces?
MEDEA
¿Crees en Dios?
CREÚSA
Tengo miedo.
MEDEA
Por eso, ¿crees en Dios?
CREÚSA
… vienes a destruirme.
MEDEA
No.
CREUSA
O vienes para algo peor.
MEDEA
No.
CREUSA
Eres Medea. Eres capaz de cualquier cosa.
MEDEA
Tengo mala fama.
CREUSA
Sí.
MEDEA
Tú tienes buena fama.
CREÚSA
Sí.
MEDEA
Por eso eres la elegida. De hoy.
CREÚSA
…elegida. Suena horrible.
MEDEA
Sobre todo porque las elecciones cambian, ¿sí sabes eso, verdad?
CREÚSA
…me da igual. Lo que digas.
MEDEA
No debería darte igual.
CREÚSA
…mh.
MEDEA
Hay algo “anímico” en las decisiones, las elecciones, las…encrucijadas.
CREÚSA
Mh.
MEDEA
Sí.
CREÚSA
…está bien.
MEDEA
Todo lo anímico es… arriesgado.
CREÚSA
¿Viniste para hablar de cosas así?
MEDEA
No te preocupes.
CREÚSA
¿A qué vienes?
MEDEA
No eres generosa con tus visitas.
CREÚSA
¿Qué quieres de mí?
MEDEA
Nada.
CREÚSA
No te creo.
MEDEA
Es uno de los problemas de la mala fama. Nadie me cree.
CREÚSA
Por algo será.
MEDEA
No es bueno creer todo lo que se dice, a veces es conveniente comprobar las cosas en carne propia.
CREÚSA
Prefiero que te vayas.
MEDEA
Pero vengo a dialogar.
CREÚSA
No me preguntaste si yo quería hablar contigo. Esto es una… invasión.
MEDEA
Tú tampoco me preguntaste si yo quería intercambiarte a mi marido. Tu invasión es… global.
CREÚSA
Vienes a hablar de… él.
MEDEA
No. Vengo a hablar de nosotras.
CREÚSA
“Nosotras”.
MEDEA
Sí.
CREÚSA
No me gusta que me incluyas en ti. Que me pluralices.
MEDEA
Te conviene. Me conviene. Nos conviene. Es conveniente que hablemos.
CREÚSA
Tú no haces nada sin sacar provecho.
MEDEA
Por eso: estoy aquí porque nos conviene a las dos.
CREÚSA
Quieres envolverme en algo.
MEDEA
¿Envolverte? No.
CREÚSA
Algo me vas a hacer.
MEDEA
Nada.
CREÚSA
¿Qué quieres de mí?
MEDEA
Sinceramente: nada.
CREÚSA
Bueno, pues entonces ya sin nada, puedes irte.
MEDEA
Vine a desearte buena suerte. Y darte algunos consejos… de esposa.
CREÚSA
…no te creo.
MEDEA
Tengo experiencia.
CREÚSA
Pero es tuya. A mí me tocan otras cosas.
MEDEA
Toda esposa debe estar prevenida, de ciertas cosas, del hombre.
CREÚSA
Suenas antigua.
MEDEA
¿Te gusta lo normal?
CREÚSA
… no entiendo.
MEDEA
Lo normal. Lo que es, como es.
CREÚSA
¿Cómo… qué?
MEDEA
Así. Normal.
CREÚSA
…no sé. Eres rara. No te sigo el hilo.
MEDEA
Está bien: lo natural, así, lo normal, natural.
CREÚSA
… no sé qué decir. Siento que me estás enredando.
MEDEA
Por ejemplo: todo lo que cabe en la palabra “normal” es normal.
CREÚSA
…claro.
MEDEA
Y, a lo mejor, todo lo que cabe en la palabra “natural” es comestible.
CREÚSA
…ah.
MEDEA
Y comer, el acto de tomarse el tiempo para comer, devorar, tragar, saborear, digerir, chupar, lamer, es salvaje. Lo que nos hace ser mamíferos.
CREUSA
…sí.
MEDEA
Llorar también es de mamíferos.
CREUSA
… los mamíferos como… tú, o yo.
MEDEA
Así es. Como nosotras.
CREÚSA
…bueno.
MEDEA
La verdura es natural, también la fruta, el agua del manantial, la vaca y su leche, lo mismo de las cabras y las ovejas, las raíces, las semillas, las gotas de la lluvia, los ancestros son naturales a nosotros.
CREÚSA
…vaya.
MEDEA
La mayoría de las cosas naturales son… estomacales. Hay algo carnívoro. Como si la naturaleza se usara a sí misma para alimentarse.
De pronto, somos algún tipo de nutriente de algo, para alguien.
CREÚSA
¿Y todo esto qué quiere decir?
MEDEA
Ya ves que dicen que soy bárbara. Sí. Me gusta la Naturaleza. Y sus nutrientes.
CREÚSA
… ¿Y? ¿A mí qué con tu descripción mamífera?
MEDEA
¿En qué me quedé?
CREÚSA
¿A dónde quieres llegar?
MEDEA
En los nutrientes.
Sí, en las cosas nutritivas siempre hay algo de abuso. Las vitaminas salen de un proceso tortuoso, desde su materia prima. El jugo fresco de la mañana es una masacre para la naranja.
CREÚSA
Toda esta filosofía tuya tiene doble sentido… y… me estás poniendo nerviosa.
MEDEA
No es filosofía, es realidad.
CREÚSA
…por eso. Al grano.
MEDEA
Lo que sirve, lo “útil”, siempre ha salido de una competencia en la que algo o alguien perdió.
CREÚSA
Quieres decir que nosotras estamos en competencia. O quieres decir que yo soy útil.
MEDEA
Ninguna. Quiero decir algo que no conoces todavía, pero que estás a punto de conocer.
CREÚSA
…es que tú sabes muchas cosas. Incluso las desconocidas. Ja.
MEDEA
Ja.
CREÚSA
Hasta sabes de mi intimidad.
MEDEA
No. No vengo a hablar de sexo.
CREÚSA
Mh.
MEDEA
El sexo de la pareja, que es el sexo de todos los días: es igual en todas las personas. Yo conozco el sexo de Jasón. Y puedo imaginarme el tuyo. Y veo, nítidamente, cómo son los dos ahí, en el enredo de sus cuerpos. Lo veo, tan, tan claro: que estoy ahí. Con ustedes. En medio. Mojada con sus fluidos…
CREÚSA
Puaj.
MEDEA
Sí. Puaj. Por eso no quiero hablar de eso.
CREÚSA
Mejor.
MEDEA
Yo hablo de la otra intimidad.
CREÚSA
¿Otra… cuál será?
MEDEA
Ser madre.
CREÚSA
… ¿tus hijos?
MEDEA
No. Ser madre.
CREÚSA
Es lo mismo.
MEDEA
No. No es lo mismo.
CREÚSA
No entiendo.
MEDEA
Las madres servimos.
CREÚSA
… No siempre.
MEDEA
¿No siempre?
CREÚSA
Hay madres… inútiles.
MEDEA
…mh.
CREÚSA
…y hay madres anti madres.
MEDEA
También.
CREÚSA
Claro que algunas son… necesarias.
MEDEA
En la maternidad siempre alguien sale perdiendo.
CREÚSA
¿Alguien…?
MEDEA
Alguien.
Todos lo sabemos.
Ser madres es… salvaje.
CREÚSA
Ah.
MEDEA
No nada más por la carnicería del cuerpo. O por la sensualidad del cuerpo. También por, como tú dices, por ser necesaria.
CREÚSA
… ¿qué carnicería del cuerpo?
MEDEA
El parto.
CREÚSA
…
MEDEA
¿No dices nada?
CREÚSA
No… no sé qué decirte.
MEDEA
No me digas: “no es cierto”.
CREÚSA
¿De qué? Has dicho muchas cosas.
MEDEA
Que la maternidad es salvaje. Peligrosa.
CREÚSA
Ah.
MEDEA
Los hijos son comida, y las madres también somos comida. Somos comidos y nos comemos… de algún modo. O de todos los modos. Pero en tiempos diferentes. Porque hijos y madres tenemos diferencias temporales. Y ya sabemos que el tiempo es abusivo, para sacar provecho de sí mismo.
CREÚSA
…como no me interesan los hijos, me da igual todo esto.
MEDEA
Jasón, tu inminente esposo, tiene dos hijos, conmigo.
CREÚSA
No todo se comparte en el matrimonio. Por eso es matrimonio.
MEDEA
Ah.
CREÚSA
…ah.
MEDEA
¿Qué piensas hacer con mis hijos?
CREÚSA
Nada. No son míos.
MEDEA
Pero son seres vivos.
CREÚSA
Pues que vivan.
MEDEA
No te importan.
CREÚSA
No.
MEDEA
Pero tampoco los… detestas.
CREÚSA
No. Son bellos. Son educados. Cándidos. Son inteligentes. Son tus hijos. Pero ahí, en su lugar.
MEDEA
…su lugar.
CREÚSA
Sí.
MEDEA
¿Qué lugar?
CREÚSA
No sé. No entiendo mucho de esa parte de mi nueva vida. Debe ser algo hereditario. A mi familia no le gusta los niños. Mi papá dice que los hijos son “o propios o disecados”.
MEDEA
Yo he analizado las tormentas.
CREÚSA
… ¿qué?
MEDEA
Las tormentas.
CREÚSA
…qué bonito.
MEDEA
Y he tenido partos.
La tormenta cae. Sin razón.
Como el parto me usó. Sin razón.
Mis hijos me obedecen sin razón.
Y mi cuerpo se descompone, sin razón.
CREÚSA
… a lo mejor hay alguna razón. Hay razones escondidas. O guardadas por ahí.
MEDEA
A lo mejor. Pero no tengo posibilidad de… encontrarla.
CREÚSA
A mí me gusta buscar cosas perdidas. Tienen algo tierno.
MEDEA
Mira. No lo había pensado.
CREÚSA
Me da igual.
MEDEA
El cuerpo maternal es una víctima. Y es horrendo.
CREÚSA
… hay algo dulce en los objetos y las razones perdidas. Mejor dicho: las causas. Bueno, en todo. Lo perdido es… acariciable.
MEDEA
Piensas bien.
CREÚSA
Gracias.
MEDEA
No sé cómo llegué aquí: a esta carne usada, a esta piel cansada, a mi pelo más rebelde de lo normal. ¿Cómo llegamos las madres hasta este punto donde la maternidad va en contra tuya?
CREÚSA
…no sé.
MEDEA
Son noticia madres que matan a sus hijos, madres que torturan a sus hijos, madres que se suicidan con sus hijos, y otras cosas terribles que hacen las madres en un acto desesperado, en el que los hijos están ahí, como otras cosas que están ahí, al lado de las mujeres, que son madres. Una mesa, una cobija, un biberón, una estufa, zapatos sucios, pañales, cosas que siempre hay en las imágenes de una madre, además de sus hijos dependientes.
CREÚSA
Las mamás siempre están limpiando.
MEDEA
Cierto.
CREÚSA
Es como un ejercicio de… libertad.
MEDEA
Mira…
CREÚSA
O quién sabe.
MEDEA
Nadie habla de la madre de todos los días. La madre ignorante y eficiente. La madre perdida. La madre, agotada, la madre cansada, la madre madre. Se adjudican cosas rosas o fáciles a las señoras con hijos, pero las madres son cuerpos que se cansan, mentes que deciden por otros, personas que van contra el tiempo, buscando ganar tiempo al tiempo.
CREÚSA
…en fin.
MEDEA
¿Qué, te aburro?
CREÚSA
…no es mi tema.
MEDEA
Claro. Tu tema es …la boda. Mañana te casas.
CREÚSA
Tampoco. Ese es el tema de otros.
MEDEA
¿Tu boda no te importa?
CREÚSA
Sí me importa. Pero no es mi tema.
MEDEA
La confusión de la mente joven…
CREÚSA
¿Por qué?
MEDEA
¿Estoy diciendo cosas absurdas?
CREÚSA
Es que a ti no es fácil entenderte. Mejor dicho: contigo nunca se sabe si hablas en serio o te estás burlando.
MEDEA
¿No me crees?
CREÚSA
Sí y no.
MEDEA
Decídete.
CREÚSA
Mh… sí y no.
MEDEA
¿Quieres que te ayude?
CREÚSA
No.
MEDEA
Te gusta estar en… vilo.
CREÚSA
Tampoco.
MEDEA
¿Cómo entenderte?
CREÚSA
Si yo supiera.
MEDEA
…claro.
CREÚSA
Todo depende del día.
MEDEA
Hoy: yo estoy prohibida.
CREÚSA
Sí.
MEDEA
Y antes, fui un estigma. Y antes, más antes, fui un peligro. Y total que, desde siempre, he sido un error. Para los otros.
CREÚSA
Como una falla.
MEDEA
Sí. Una falla social.
CREÚSA
Yo también soy un error, pero para mí.
MEDEA
Tú eres un tesoro.
CREÚSA
Eso dicen. Pero no lo creo.
MEDEA
Pero eres libre. Yo, en cambio, soy rechazada.
CREÚSA
Pero tienes encanto. Glamour.
MEDEA
…a veces me gustas.
CREÚSA
…gracias.
MEDEA
¿Sabes de qué tengo ganas?
CREÚSA
De matarme.
MEDEA
No.
CREÚSA
De matarme, pero no matándome, como haciendo algo que parezca que no me matas, pero me matas. Eso quieres.
MEDEA
No.
CREÚSA
Bueno: anularme, aniquilarme, polvorizarme, nebulizarme, licuarme, martillarme, accidentarme, cosas por el estilo.
MEDEA
No. Quiero caminar por las calles y ser nadie. Ser hombre. Ser cualquiera, no ser reconocida, señalada, juzgada. He visto en las calles gente que duerme por ahí, en el piso. Yo busco en cada rincón de la ciudad el pedacito de piso donde podría llegar a vivir, sin ser apedreada.
CREÚSA
Yo también.
MEDEA
¿Tú por qué?
CREÚSA
Me imagino a mí en otras vidas. Las vidas de la gente libre. Que decide por sí misma. Yo no decido nada, ni en mí ni para mí.
MEDEA
Tú eres ideal en este mundo.
CREÚSA
Eso dicen de mí.
MEDEA
Porque todo lo haces bien.
CREÚSA
Eso creen de mí.
MEDEA
En cambio, yo: todo lo hago mal. No tengo solución.
CREÚSA
Es que sí lo haces mal. A lo mejor deberías mentir.
MEDEA
…mentir.
CREÚSA
Sí. Fingir. Ser teatral. La auto-ficción es una cosa clínica. Científica. Todo en la mentira es metódico y preciso. Necesita el laboratorio de tu… mente. Me encanta.
MEDEA
…eres inocente.
CREÚSA
…gracias.
MEDEA
Hay medicinas, la famosa aspirina, las drogas, los amantes, los libros, la frivolidad, hay tantas cosas en las que perderse. Yo no. Nada me distrae. Soy fija. Soy constante. Soy de verdad.
CREÚSA
… yo también soy de carne y hueso.
MEDEA
Eres… real.
CREÚSA
¿Pensabas que no?
MEDEA
No.
CREÚSA
Ja. Muchos creen que soy de cuento.
MEDEA
Hay muchas cosas transparentes, que se vuelven reales.
CREÚSA
Enamorarse.
MEDEA
¿Te enamoraste de Jasón, tú también?
CREÚSA
Dijiste que no venías a hablar de él.
MEDEA
Yo nunca supe quién fue Jasón. Lo inventé. Lo fabriqué a mi modo. Lo resolví para molde. Eso creí. Ahora veo que fue al revés: yo fui fabricada. Para él. Y para los otros hombres como él. Y ahora me deshecha. Porque ya dejé de servir. Y como… disimulando, así, casualmente… me despide.
Como casualmente otras se casaron con un asesino, o un alcohólico, o un depresivo, un monstruo que te come, o un pederasta. Yo he conocido a las esposas de todos esos hombres: ellas circulan en el mundo. En cambio, yo no.
CREÚSA
¿Tú qué?
MEDEA
Tengo que desaparecer. Me borran. Me cortan de las fotos familiares.
CREÚSA
Pero… algo vas a hacer.
MEDEA
…algo.
CREÚSA
…porque hay que hacer algo. Y tú siempre tienes plan B.
MEDEA
¿Me tienes miedo?
CREÚSA
…va y viene. Hace rato sí. Ahora no. Me caes bien.
MEDEA
Yo soy peligrosa.
CREÚSA
Sí.
MEDEA
¿Sabes por qué?
CREÚSA
Por muchas cosas. Por las cosas que haces a los demás. Sobre todo, por lo que haces a la gente que te quiere.
MEDEA
Como poner a mis hijos de carnaza.
CREÚSA
¿Serías capaz?
MEDEA
¿Por qué no, si yo misma y mi cuerpo siempre hemos sido carnaza de hombres?
CREÚSA
No me horroriza. Los dioses hacen cosas peores. Se casan entre hermanos, violan, emborrachan a las ninfas, se transforman en bestias para robar mujeres, se pervierten entre sí, sus venganzas no tienen límite, tienen un diccionario completo de estupros, los dioses hacen las cosas más feas conocidas. ¿Por qué lo que decide hacer una madre con sus hijos es tan señalado y juzgado? Las madres hacen lo que pueden. Y algunas no pueden consigo mismas. Yo te entiendo. Pero no te creo. No te creo.
MEDEA
¿Qué es lo que no crees?
CREÚSA
El rumor.
MEDEA
¿Cuál?
CREÚSA
Tú lo sabes.
MEDEA
Hay muchos. Chismes.
CREÚSA
…que mates a tus hijos. O que hagas con ellos cualquier cosa atroz con tal de vengarte.
MEDEA
¿Por qué?
CREÚSA
Porque se supone que tú eres… medio divina ¿no?
MEDEA
Se supone…
CREÚSA
Entonces: eres capaz de todo. Estás loca. Como todo lo divino. Entonces tu maldad no… no tiene crédito.
MEDEA
¿Crédito?
CREÚSA
Valor.
MEDEA
Ah.
CREÚSA
Si vienes del mal, y haces mal, pues la maldad no es igual.
MEDEA
Sí te entiendo.
CREÚSA
Yo creo que antes de tus hijos, hay otras cosas que puedes hacer. Muy, muy malas. Claro que hacer algo con los hijos es una buena idea, te haría internacional. Y famosa.
MEDEA
Es cierto, antes, hay otras cosas que hacer.
CREÚSA
Pero: ya estás lista para irte.
Vienes con tu maleta.
MEDEA
Sí. Me llevo lo mínimo.
CREÚSA
¿Qué es lo mínimo para ti?
MEDEA
Dentro de lo mínimo, hay lo mínimo. Eso es lo que hay dentro de mi maleta.
CREÚSA
Ja.
MEDEA
Tú sabes que eres endiabladamente hermosa, ¿verdad?
CREÚSA
No sabes quién soy. No sabes nada de mí. Te dicen cosas de mí, o tú piensas cosas de mí. Pero no me conoces.
MEDEA
Tampoco me has dado la oportunidad. Vives encerrada en tus castillos.
CREÚSA
Tampoco te has tomado la molestia… en tener curiosidad sobre mí. Seguramente te doy flojera. Como debe pasarte con todas las mujeres.
MEDEA
No es cierto.
CREÚSA
No tienes amigas. Siempre estás sola. O acompañada de personas que te sirven. O te admiran. Yo sí te he observado.
MEDEA
¿Qué has descubierto de mí?
CREÚSA
Cuando ríes algo pasa en tu cara que… asusta.
MEDEA
…vaya.
CREÚSA
Te transformas.
MEDEA
Entonces no solo me has observado, me has estudiado.
CREÚSA
Tampoco tanto.
MEDEA
Pero… sabes quién soy.
CREÚSA
Eso es imposible.
MEDEA
Eres rara.
CREÚSA
No.
MEDEA
La princesa hoy. La nueva reina, mañana. Y a partir de la boda: la mujer.
CREÚSA
Bah.
MEDEA
Bueno. Me voy. Sólo vine a decirte: felicidades. Desearte buena suerte. Y por ahí se colaron unos consejos.
CREÚSA
¿Te aburro mucho?
MEDEA
…me tengo que ir. Solo eso. Tú sabes que detrás de esta puerta hay un ejército esperándome. Tu padre no confía en que voy a irme, necesita soldados para sacarme de la ciudad.
CREÚSA
Te aburro porque soy más joven que tú, no soy madre, o porque los hombres de nuestro mundo decidieron sobre mí. No estoy de acuerdo. Ni con ellos, ni contigo. Jasón me usa, como me usa mi padre, y como ellos también te usaron a ti. Y el ejercito que te está esperando allá afuera, para transportarte lejos con la seguridad de que no harás alguna “de tus porquerías” -así hablan de ti-. Me ves tranquila, quizá pasiva. Pero yo soy una bomba, voy a explotar muy pronto. Yo lo sé. Es como una intuición que me sorprende de repente. Me veo explotando.
MEDEA
…
CREÚSA
También he pensado que quiero explotar a los demás. Cuando veo los aviones caer, o las cosas en la cocina que estallan: siento alivio. Como un desahogo. Es muy fácil venir a decirme cosas, esas cosas negras que dices. Pero mi lugar, que es un tipo de residencia de la esclavitud, es peligroso. A lo mejor te sientes liberada, por tu edad, por todos los crímenes exitosos que has cometido y siempre has salido sin castigo. Pero para mí estás en la esclavitud de tu feminidad: la bárbara, la bruja, la escorpina, la capaz de todo. Yo no te tengo miedo, ni me asusta tu feminidad. Lo que me da inseguridad de ti es tu hambre de venganza. Quieres vengarte no solo de mí, de todas las razones que tienes desde hace mucho. Tal vez desde que eras niña. He visto cómo observas a tus hijos, y les tienes envidia. Algo hay en ellos que a ti te hizo falta. Y hasta eso te duele, hasta eso camina en tu cerebro de vengadora. Tú y yo somos hijas de hombres en el poder. De madres esposas de hombres en el poder. Eso cuesta. Nos ha costado. Podríamos quitarles el poder a ellos. Pero no lo hacemos. Necesitamos hacerlo juntas. No una por una. Tú no lo has hecho, ni siquiera con tus hechizos o tus brujerías. Vas de fuerte y feminista, cuando actúas siempre desde la cocina, los pasillos, las camas y como lo haces aquí: presentándote en mi casa, con planes de hacerme algo. Así funcionas. Eres como la anti feminista. Caminas al revés de las mujeres que sinceramente quieren hacer algo por otras mujeres. Es más, ese chisme de que planeas matar a tus hijos antes de irte es tremendo, porque te da poder. Yo sé que eso te encantaría: pasar a la historia como la madre que es capaz de hacerlo. Para mí ese es tu feak news mitológico, algo que te encantaría quedara en las enciclopedias de mitos. Pero no es cierto Medea. Sólo eres una mujer dolida, como yo, y como muchas que un día nos damos cuenta de que somos un problema con nuestro cuerpo, en la contingencia de familias políticas.
A diferencia de ti, yo soy un tesoro social, y tú un deshecho. Por eso te quitan de la jugada y me ponen a mí. No por joven, bonita o bien educada. No: es porque tengo una colección de máscaras que uso en el juego social. Eso si es magia. Así que: si de brujas se trata: ahí nos vamos tomando la medida.
MEDEA
Hay algo tan ingenuo en ti. Tanto, que me seduces.
CREÚSA
Te burlas de mí.
MEDEA
No.
CREÚSA
No te creo.
MEDEA
…eres descaradamente naif.
Creúsa golpea a Medea.
CREÚSA
Tú no vas a pegarme. Porque sabes que si me tocas, te destruyo. Soy más fuerte, que tú. Pero eso no quiere decir que no quieras hacerme algo. Algo me harás. Si no: no te llamarías Medea, la bárbara negra.
Creúsa vuelve a golpearla.
CREÚSA
Lo siento. Es una intuición. Algo en mí me dice que tengo que pegarte. Maltratarte. Siento que si no lo hago, si te vas de aquí sin mis huellas en tu cara, algo va a estar mal.
Creúsa la golpea una vez más.
CREÚSA
Es para quitarme el mal de ojo, que ya me echaste.
Creúsa la golpea una vez más.
CREÚSA
Este fue el último.
MEDEA
Bueno. Pues entonces: vamos estando a mano.
CREÚSA
Contigo nunca puede haber igualdad. Pero, al menos, me desquité. Y no va a ser suficiente. Pero me quedo… con la imagen de tu ojo morado. Pase lo que pase después de que salgas por esta puerta: te recordaré con el ojo morado. Ojalá quede alguna cicatriz, una huella mejor. Para que digan: Medea, la bárbara del ojo herido. Ja.
MEDEA
Ja.
CREÚSA
Ahora ya puedes hacerme lo que quieras. Porque viniste a hacerme algo.
MEDEA
Me sorprendes.
Me has quitado una venda.
La verdad, no sabía nada de ti. Tienes razón. Los prejuicios me… consumieron. Te escucho y te admiro. Discúlpame. Si en algún momento fui de algún modo hostil contigo, lo siento.
CREÚSA
Está bien.
MEDEA
Me voy.
CREÚSA
¿Te vas sin hacerme nada?
MEDEA
…he cambiado de opinión.
CREÚSA
Mh.
MEDEA
Sí. Lo reconozco. Venía a… tenía un plan contigo.
CREÚSA
Lo sabía.
MEDEA
Pero, ahora que te conozco, y que eliminaste absolutamente todo eso siniestro y doloroso que pensaba de ti: quiero decirte… gracias. Por dejar mi camino sin fantasmas, los espectros turbios sobre ti.
CREÚSA
¿Debería de creerte?
MEDEA
Esa es tu decisión.
CREÚSA
…uy.
MEDEA
Veme a los ojos. No rehúyas mi mirada. A lo mejor, si me ves, decides con… confianza.
Se miran. Creúsa no puede evitar llorar. Un ataque de llanto.
CREÚSA
Tú…
MEDEA
…
CREÚSA
Tienes adentro de ti algo muy grande y muy profundo.
MEDEA
…
CREÚSA
Siento que destapas algo en mí. Fuerte. Grande. Primitivo. Me arrastras a lugares que están en el fondo del mundo.
MEDEA
…sólo soy unos años mayor que tú. Y soy madre.
CREÚSA
Me das escalofríos. Me das algo que no sé qué es. Algo que me angustia pero que me… calma. ¿Ves? Tiemblo y suspiro al mismo tiempo.
MEDEA
…gracias.
CREÚSA
Qué calor.
MEDEA
Sí, de pronto hace calor.
CREÚSA
…sí.
MEDEA
Me voy.
CREÚSA
Buen viaje Medea.
MEDEA
Sí.
CREÚSA
No sé qué más decirte.
MEDEA
No digas nada. Ya nos dijimos cosas, que valieron la pena ser dichas.
CREÚSA
A mí… me toca lo peor.
MEDEA
¿Por qué?
CREÚSA
No sé por qué. Pero veo todo… veo un túnel.
MEDEA
Los miedos de la novia antes de la boda.
CREÚSA
…eso dicen.
MEDEA
Me voy. Con sinceridad: te deseo lo mejor. Buen futuro.
CREÚSA
Tú también.
MEDEA
Adiós.
CREÚSA
Podemos… abrazarnos.
Se abrazan.
CREÚSA
Tengo miedo. De todo. De mí. De ti. De los soldados que están afuera esperándote. De Jasón. Del poder. No sé. De pronto me entró un miedo.
MEDEA
Las bodas provocan cosas por el estilo.
CREÚSA
… buen camino.
MEDEA
Tú también.
CREÚSA
¿Yo?
MEDEA
Sí, el camino del matrimonio. Es sinuoso, pero siempre hay una cama, al final del día.
CREÚSA
Ja.
MEDEA
La cama de Jasón es exquisita. Nada te faltara, ni siquiera el placer.
CREÚSA
…ja.
MEDEA
…ja.
Me voy.
Ay. Esta maleta tan pesada.
CREÚSA
Para volverte una migrante, exiliada, deberías viajar ligero.
MEDEA
Llevo tan poco. Sólo es mi legado. No puedo dejarlo, es parte de mí.
CREÚSA
Menos, es más.
MEDEA
Palabras de reina. Tú, que ahora vas a ser la reina más poderosa, puedes hablar así. Tienes madera. Y más, porque no lo presumes. Esa discreción tuya es… tan importante. Explótala.
CREÚSA
…gracias.
Medea tiene dificultad para cargar su maleta.
MEDEA
Auch.
CREÚSA
…es que es muy pesada tu maleta.
MEDEA
Sí. ¿Pero qué voy a hacer? Debo llevar mis tesoros.
CREÚSA
No todos los tesoros son tesoros.
MEDEA
¿Cómo aligerarme?
CREÚSA
¿Qué es lo indispensable de Medea?
MEDEA
Mi… herencia.
CREÚSA
¿Qué herencia cabe en la maleta de Medea?
MEDEA
Mis cuchillos. Son los cuchillos de mi madre, mi abuela, mi bisabuela. Los cuchillos que me regaló Hécate.
Medea abre la maleta, descubre su colección de cuchillos.
CREÚSA
Cuántos cuchillos.
MEDEA
La historia de mi linaje. Es como… el álbum de fotos familiar.
CREÚSA
Qué interesantes. Qué bonitos.
MEDEA
Sí.
CREÚSA
Son todos diferentes.
MEDEA
Y cada uno tiene su historia. Sus heridas. Sus… cortadas.
CREÚSA
Son hipnotizantes.
MEDEA
Puedes tocarlos. Algunos tienen hueso, piedras preciosas, maderas egipcias, este, por ejemplo, tiene piel de dragón.
CREÚSA
…brilla.
MEDEA
Sí. Y este, así como lo ves de pequeño, es uno de los más peligrosos. Está afilado con piedras blancas de Cranón.
CREÚSA
Ohhh, cuánto misterio.
MEDEA
Y este, mira, son perlas del mar lunar.
CREÚSA
¿La luna tiene mar?
MEDEA
Sí. Pero es un secreto, no se lo digas a nadie.
CREÚSA
¿Puedo tocarlo?
MEDEA
Claro.
CREÚSA
Pero… me da miedo.
MEDEA
¿Por qué?
CREÚSA
Siento que… que puedo lastimarte.
MEDEA
¿Quieres lastimarme?
CREÚSA
Es como si los cuchillos me llamaran. Me dicen: “ven. Úsame, corta a Medea, lástima a Medea, horada a Medea, deja en su piel una cicatriz, para que se acuerde de ti siempre, para que quede marcada en su cara la imagen de ti, siempre.”
MEDEA
Hazlo.
CREÚSA
… ¿puedo cortarte?
MEDEA
Sí.
CREÚSA
… ¿Puedo?
MEDEA
Sí, sí puedes.
CREÚSA
¿Puedo… puedo hacerlo de verdad, así, dentro de ti?
MEDEA
Sí.
CREÚSA
Voy a hacerlo. Voy a escoger el cuchillo que más me gusta y voy a cortarte. No sé por qué voy a cortarte, pero no puedo evitarlo. Y voy a hacerlo en tu cara. Para que quede una raya en tu expresión, y cuando otros te vean digan: “ésa es la marca de Creúsa, su venganza, por tanto daño”. Pero: ¿por qué digo esto? No sé. Tú no me has hecho daño ni me vas a hacer ningún daño porque estás saliendo a tu exilio…en unos minutos. El mal necesita tiempo para ejecutarse. Ya no tienes tiempo de hacerme daño. Pero no sé, a lo mejor, mi inconsciente lee algo que yo no puedo ver. Como un sueño, que dice cosas que no digo. ¿Estoy despierta? A lo mejor estoy soñando/
MEDEA
/es un ataque de verdad. Eso pasa cuando podemos lastimar a otros. Son las voces del dolo. Están guardadas y silenciosas siempre, hasta que llega la oportunidad. Como ahora. Que puedes hacer conmigo todo… todo.
CREÚSA
Me siento intoxicada de algo exquisito.
MEDEA
Eres tú misma quien habla. Son tus propios venenos los venenos.
CREÚSA
Yo misma.
MEDEA
Y tus voces… interiores.
CREÚSA
Ah. Esto me gusta. Es algo nuevo en mí. Me hace vibrar. Mi sangre corre rápido. Mi corazón más. Estas voces mías, nuevas, no son tan nuevas, me han hablado antes. Muchas veces he querido a destruir a otros. Mhhh mis voces y yo. Hola voces. Bienvenidas a casa, otra vez. Medea: cierra los ojos, te voy a marcar con este cuchillo, voy a dibujar una raya vertical debajo de tu ojo, que sea la huella de una lágrima, la lágrima de mis lágrimas.
MEDEA
Sí.
Creúsa la corta.
CREÚSA
Listo. Ya estoy en ti. Para siempre.
MEDEA
Duele.
CREÚSA
Perdón.
MEDEA
…sangre.
CREÚSA
Perdón.
MEDEA
…más sangre.
CREÚSA
Perdón.
MEDEA
…pero no pasa nada. Así son las relaciones. Una quita, otro da. Otro quita, otra da. Así. En ese ritmo.
CREÚSA
Ah.
Medea pretende salir, pero, la maleta no cierra, algo está mal.
MEDEA
Ay, la capa, tengo que doblarla otra vez… es tan pesada y frágil a la vez…
CREÚSA
¿Qué capa?
MEDEA
La capa que me hizo mi abuela.
CREÚSA
¿Tu abuela la bruja…?
MEDEA
Sí, Hécate. Ella la cosió con sus finos dedos, porque me dijo que era “para la reina más importante del mundo”.
CREÚSA
Una diosa te hizo una capa.
MEDEA
Qué ironía, ¿no?: “para la reina más importante del mundo.” Ya ves, hasta las brujas diosas se equivocan en sus predicciones. La gran reina va a ser tú. No yo.
CREÚSA
Es hermosa.
MEDEA
Es de oro puro. Hilo de oro, cosido con aguja de oro, perfumada con rosas bañadas en oro, con manos mojadas en río de oro.
CREÚSA
¿Existen ríos de oro?
MEDEA
No deberías saberlo, pero sí. Están escondidos. Sólo las Ninfas, algunos dioses, y ciertos animales sagrados pueden… nadar en ellos.
CREÚSA
Oh.
MEDEA
Es una capa poderosa.
CREÚSA
… se siente.
MEDEA
Pruébala. Puedes ponértela.
CREÚSA
Pero es para una reina.
MEDEA
Tú eres una reina. Tú mereces esta capa. No yo.
CREÚSA
Pero… fue hecha para ti.
MEDEA
Por eso no puedo regalártela porque es un regalo. Los regalos no se re-regalan. Pero puedes usarla unos minutos. Puedes sentirte tocada por las manos de Hécate… por instantes.
CREÚSA
¿Por qué eres buena conmigo?
MEDEA
… ¿buena?
CREÚSA
Si te golpeo no te defiendes. Me dejas lastimarte. Me prestas tu regalo de Hécate. Algo no es normal.
MEDEA
No. No es normal. Pero las cosas conmigo nunca han sido normales.
La capa ahí, irresistible…
CREÚSA
Es irresistible.
MEDEA
Sí.
CREÚSA
Hécate es la diosa de las encrucijadas. Algo me dice que no debo probar esta capa en… mí.
MEDEA
…esto no es una encrucijada. Es una capa.
CREÚSA
Los tres rostros de Hécate me miran.
MEDEA
No seas supersticiosa.
CREÚSA
…mis voces otra vez. Unas dicen sí, otras dicen no.
MEDEA
No te aflijas. Tampoco hay que darle mayor importancia. No la pruebes. No pierdes nada, sólo es una tela bordada por una diosa. Sólo es una experiencia, que nunca vas a volver a tener. Pero, claro, no todas las cosas que valen la pena, son para todos. Ayúdame a doblarla, no puedo sola…
CREÚSA
Espera…
MEDEA
…mh…
CREÚSA
Quiero sentir las manos de una diosa en mi piel.
MEDEA
Yo desearía lo mismo.
CREÚSA
Sí. Voy a sentirla.
MEDEA
Entonces desnúdate.
CREÚSA
…cómo…
MEDEA
Si quieres sentir algo divino, debes sentirlo divinamente.
CREÚSA
…ay.
MEDEA
Las diosas, lo sabes, son muy agradecidas cuando son reconocidas.
CREÚSA
Ahhh…
MEDEA
Las diosas aman el cuerpo femenino, que es su propio cuerpo. Fúndete.
CREÚSA
No sé por qué estoy tan nerviosa.
MEDEA
Hécate, recuerda, tiene azucarado corazón. Las diosas se conmueven con la sinceridad. Como la tuya. A lo mejor, está susurrándote algo… quiere que la veas.
CREÚSA
Sí… eso siento.
MEDEA
Sí.
Creúsa se desnuda, recoge la capa, la coloca con cuidado y delicadeza sobre su cuerpo.
CREÚSA
A ver… es suave, no pesa, es dulce, es como un paraíso débil, es caliente, es muy caliente, ay, es muy caliente, tiene espinas, picos que queman, me da comezón, ay, quiero quitármela, no puedo, está pegada a mi cuerpo, me envenena, me arde, me raspa, me duele, me arde, me… ¿por qué quema?, ¿qué me está pasando? Me está lastimando, quítamela, me arde, me quema, me quema, me ¡aaaaahahahahahahahahahah estoy dentro del fuegooooooo! ¡Estoy explotando con fuego! ¡Ayuda! ¡Piedad! ¡Compasión! ¡Perdón!
Creúsa se asfixia, es tomada por el fuego, que la calcina sin piedad.
MEDEA
Arde, arde más que todas las antorchas juntas de tu boda, que todos los orgasmos que nunca tuviste. ¡Arde! Imploro al conjunto de los silentes del inframundo, a todos los dioses infernales, imploro al confuso Caos y a todos los habitantes de las oscuras moradas de la sórdida muerte. Vengan aquí, ahora, conmigo, vengan mientras esta inútil y tonta mujer se quema, detengan ustedes la rueda que retuerce sus miembros y hagan que sufra más: requiero de todos ustedes su maldad, su más aguda arma del dolor, úsenla con dolo bestial.
Estrella de la noche con tu aspecto más amenazante. Luna mía. Ven, a ti te ofrezco mi sacrificio: esta llama sigilosa que recorre su cuerpo, es la llama que va a alimentar tu luz.
Diosas vengadoras, Erinias, Furias, ustedes que todo lo saben sobre los crímenes de la familia, ustedes con sus cabelleras llenas de serpientes, que aferran sus antorchas nocturnas llenas de sangre. Así como vinieron a mi boda, ahora vengan con esta novia y destruyan su cuerpo. Luego, persíganla en su quemazón diciéndole cosas inmundas, y persíganla más en su camino al Hades llenándola de miedo, mucho más del que ya tiene en sus venas, tú Alecto, tú Tisifone, tú Megera, con sus alas grandes y poderosas caigan aquí y cumplan mi deseo. Que le duela, que le duela, que le duela, hasta donde el dolor se transforma en otra cosa que es peor y más grande.
Némesis que siempre estás de mi lado, mi amiga, mi cómplice, hoy, aquí, ahora, haz que esta mujer sepa lo que es lastimar a otra mujer.
Y haz que Jasón, traidor, infiel, débil carne tersa, quede solo, el más solo de todos los habitantes del mundo. Haz de él un homeless sin amigos.
Némesis, un último favor: a mis hijos, ahí te los encargo. Sigue su camino, porque a partir de hoy haré como todas las madres de este mundo con sus hijos: que el destino se encargue de ellos. Y que digan de mí todo, lo peor, lo indecible, sí, que digan de mí que soy la madre violenta, asesina, sádica, desmadrada. Yo, y todos los ojos invisibles y espectrales que me observan, saben que no es verdad. Que yo los amo, y que, por mi amor: no puedo hacer otra cosa que regalarlos a la vida. La vida. siempre generosa, siempre cruel. Siempre vigilante.
Lo que queda del cuerpo de Creúsa es un montón de cenizas.
MEDEA
Gracias.
FIN.
Ximena Escalante es dramaturga, guionista, directora, docente. Sus obras de teatro inventan y recrean textos clásicos o mitos como Fedra, Electra, Andrómaca, Salomé, Judith, Lilith. También planean o proyectan las biografías de escritores y sus procesos creativos como Shakespeare, Tennessee Williams, Colette, Eurípides, Sor Juana Inés de la Cruz y Frida Kahlo.
Estas obras se han presentado en Nueva York, Washington, Ohio, Miami, Montreal, Québec, Ottawa, Banff, París, Lyon, Caenn, Venecia, Roma, Amsterdam, Rotterdam, Amberes, Udine, Atenas, Buenos Aires, Santiago de Chile, Madrid, Taiwan. Fue dramaturga residente en la compañía de teatro Nouveau Théâtre du 8, Lyon/France, durante 6 años, donde el montaje del “Polyptyque Escalante”, se presentó en un ciclo de residencias, giras y conferencias en Francia.
Ha sido invitada en numerosas ocasiones como dramaturga y directora al Pen Voices Festival en Nueva York, y sus libros y obras se han presentado en HotINK, Salon du Livre-Paris, Salon du Livre Géneve, Miami International Book Faire, FIL-Guadalajara, Los Ángeles LéAla, The Banff Center, Edinburgh Book Festival (donde recibe el Herald Angel Award por el proyecto Out riders) y, entre otras distinciones, ha tenido la Rockefeller Foundation.
En televisión destacan: Como ama una mujer –Jeniffer Lopez-, El encanto del águila–Televisa-, Las malcriadas–TVAzteca-, Niñas Promedio, Todo Por Nada –Canal 11-, ha diseñado instalaciones museográficas, y eventualmente escribe periodismo cultural. Es fundadnora de Estudio Orizawa, escritura creativa, y gana en 2019 el prestigioso premio nacional Juan Ruiz de Alarcón de dramaturgia. Actualmente es dramaturgista de la ópera Phaedra, producida por Guo Guang Opera, en Taiwán.