El universo es ancho
El universo es hondo
El universo sin fin ni confín
Y nosotros pedazos suyos
Nosotros multitud de pigmeos nacidos de él
Nazim Hikmet
Ahora es distinto
Ahora es diferente
Nadie te ordena
Ahorita
Que te pongas de rodillas
Que caves una zanja
Que beses el anillo
Pero tú lo sabes
Lo sabes bien
La aguja oscila lentamente
De un lado a otro
Y la muerte es tu único destino
No cabe embelecamiento alguno
El bajel jadeante e invisible
De la ñamería
Está esperando
Y te cortará el resuello
Decapitada la palabra
Abre bien los ojos
Levanta el rostro hacia el cielo
Y leva
Orza
Enverga
Pues en algún momento
Tal vez
(Te dices)
Esta multitud de pigmeos
Que se engalla en la observancia
Del decreto y la consigna
Entenderá
Que el amanecer duerme
Dulcemente
En el fondo de la palma
De la mano
Aquende la enboscada
Yo, acumulado en mí;
ella soltando suspiros rubios,
como igual que su pelo, en lo oscuro
Froilán Escobar
No hay puertas, hay espejos
Escribe Paz en Libertad bajo palabra
Y sin embargo cada mañana
Abres la puerta que es sombra
Y reflejo de tu propia huella
Para salir al interior de tu mirada
Sigue pues
Zanquea
Con ojos de aire puro congelado
Por la vastedad inacabable
Del espejismo que te habita
Abemola
Y ayerma
Porfía en el espejo de la memoria
Que el polvo que pisas
Llaga estéril del perdido
Cubra de perfume
La piel que te refleja
Que la desnudez fría
El fuego fatuo de ti mismo
Vértigo diáfano
Rabia amartelada
Apague tus cenizas
Y que al fin
Al fin
Ay madre
Cuando este rehús estelífero
Cierre sus párpados
Las largas praderas
Las grandes inmensas
Corrientes de tus brazos
Me desborden
Arena *
Si mi beso te ofende
entonces castígame con los tuyos
Estratón de Sardes
Hoy amor
Estás cansada
Tienes el sol entre los ojos
Hablan los pájaros con tu boca
Y lloras como una loba bajo la luna
Porque yo no sé leer entre tus sueños
Me miras y no me comprendes
Porque soy arena
Pero arena es
Amor
La vida que a la velocidad fulminante
De las máquinas
Se desliza entre tus dedos
Y arena es el vapor
Que borra tu imagen en el espejo
Arena los retoños
Que de tus entrañas
Huyen perdiéndose en el horizonte
Y arena los labios
Que te cubren de palabras
Sin hablarte
Los besos que te inundan
Sin tocarte
Que el universo todo
Amor
Arena es
Y arena
Naturaleza muerta
Polvo de turba calcinado
Sea
Si te pierdo
*Poema aparecido en el poemario Poemas a Clara (Ediciones Eón, México D.F. 2018)
Enrique Contreras Martínez. Español (malagueño). Licenciado en Filología Inglesa y Doctor en Filología Española. Ha sido profesor de inglés en centros públicos de enseñanza secundaria. 1988 – 2020 residente en EE.UU. (California y Texas) donde participó activamente en la enseñanza, divulgación y promoción del español. Director de la revista De par en par, publicación con materiales didácticos para la enseñanza del español en Estados Unidos. Asesor lingüístico de la Embajada de España en California y Texas. Profesor adjunto en UTPB (University of Texas of the Permian Basin).
Free-lance articulista en periódicos españoles y estadounidenses. Colaborador de la revista de poesía Litoral y Sapos y culebras, entre otras. En 2018 Ediciones Eón publicó en México Poemas a Clara. Pendiente de publicación una antología de su obra poética Todos los días son pájaros.